domingo, 17 de enero de 2010

Mirenlos a todos, son ojos de personas muertas




Estamos tan solos. Tan solos que tenemos el tiempo de darle nombre a nuestras tristezas, a nuestro desamparo. Necesitamos darle etiquetas al amor inmenso que tenemos dentro. COntamos los minutos para que llegue algún momento que nos saque, que nos libre de ese mismo ser que cuenta los minutos. Estamos tan solos que nos ocupamos viendo los colores prefabricados de un televisor que sólo quiere vender, en vez de observar la belleza de los colores que generan las emociones o la infinitud de texturas, sonidos, volumenes, formas de la creación original.

Estamos tan solos que no damos crédito a nuestros sueños, entonces preferimos sumergirnos en los sueños de otros, sin preguntar siquiera el propósito. Estamos tan solos que los ojos miran al revés, entonces preferimos renunciar a un par de ojos infinitos, tan profundos como la vida, que te dicen -hoy la paso mejor contigo-, y nos vamos con unos proyectos inexistentes, a unos papeles verdes que se esfuman con el paso del aliento cotidiano, con sabor a resaca, a resaca de exceso.

Estamos tan solos que esta pantallita es nuestro último consuelo.

miércoles, 13 de enero de 2010

El tiempo y los desastres


Venía del aeropuerto el 9 de enero, cuando el taxista me dice
-oiga señor, ya han pasado 10 dias de este año, es increíble como pasa el tiempo de rápido, no?- me enojé con él porque tenía muchas ganas de hacer pipí, y esos comentarios tan clichesudos no venían al caso. A medida que pasaban las calles, los trancones, los semáforos; sentía que el tiempo cobraba más intensidad mientras era más conciente de la inminencia de un posible derrame de orín y verguenza. Cuando llegué a cumplir con mis riñones, recordé las palabras del taxista y enseguida mire hacia abajo para recordar lo cerca que estuve de un desastrico. -¿Será entonces por eso que todos estamos tan concientes que los últimos años se está pasando el tiempo tan rápido, por la inminencia de un desastre?- Me dije.

Entonces por eso se nos pasa el tiempo tan rápido, porque la misma conciencia del tiempo es una señal del apocalipsis. Y como este blog es de señales y quiere ganar adeptos, pues quiere denunciar este hecho a la comunidad: se acerca a pasos agigantados la catástrofe.

Bueno, a ver si nos despertamos y dejamos de ser tan concientes del mañana y tan traumáticos con el pasado para pasar a vivir el presente. El pensar es tiempo: ese es nuestro verdadero desastre. Proyectar nuestro egoísmo, nuestro sentido de posesión en el futuro es lo que nos tiene ad portas del fin.

PD religioso: Hablando de coctel egoismo-religión: un reverendo popó norteamericano nos comenta que la gente de Haití se merecía su terremoto por hacer un pacto con el diablo después de dejar de ser una colonia francesa. Si de merecimientos se trata, no le deseo esta justicia divina a su nación, y más con tanto diablo que se ha sentado en la casa blanca.

PD político: A estas alturas el gobierno haitiano no ha hecho demasiado por los que quedan. Se acerca una tragedia humanitaria, sirven las oraciones, pero sirven más medicamentos y alimentos no perecederos.

lunes, 11 de enero de 2010

El Secreto de sus ojos



Peliculón. -Ya vas a ver cuando el amor supere a la muerte y la humanidad sea otra- le dice Argentina al mundo con esta tremenda historia. Un hombre lleno de venganza e ira, nos da un consejo aterrador y certero: no penses, quedate con lo mejor. Para algunos lo mejor es la ira contenida, para otros el amor. Sin ideales de por medio, cada uno elije y hace historia con lo que busca. Con los fantasmas del pasado se hace fiesta y se hace guerra.

sábado, 9 de enero de 2010

Señal costera



Al calor particular de la costa se le rinde homenaje.

A las tardes revueltas de bareque, piel morena y musica de mar.

Al sol, siempre detrás de un lente que lo empaña de nostalgia.

Al mar que contiene la erosión de tristeza y aguanta la desesperanza continental.

A la costa atlántica colombiana, todo ron, todo risa, todo aguante

Al desorden, al olvido, a la justicia divina que algún día le llegará a sus políticos.

Es el encuentro con un planeta que se descubre una y otra vez. A la madre tierra en el norte de Colombia van miles de agradecimientos con la añoranza de volver a su energía y a ese sabor tan particular que empapa los sentidos con el sudor de la nostalgia.

La foto: http://www.flickr.com/photos/14676818@N06/1503722862/in/photostream/